ALBA CALLE PÉREZ  |  Fotografía: Mayela de Castro  |

Durante los últimos meses el turismo rural ha aumentado notablemente debido a la pandemia y a las distintas restricciones. Estas han limitado el movimiento de turistas tanto dentro como fuera de España, que ahora tienen la oportunidad de acercarse a pueblos próximos, a los que quizá nunca habían prestado atención.

Durante las vacaciones de Semana Santa, Castilla y León ha visto muchos alojamientos rurales alquilados por familias o grupos de amigos. En vez de ir a la playa, han aprovechado para hacer rutas, visitar pueblos o disfrutar de la naturaleza. La provincia de Valladolid posee un extenso número de pueblos que merece la pena visitar. Cada una de estas localidades tiene algo que la hace especial, ya sea su valor histórico, sus monumentos o sus tradiciones.

En primer lugar está Peñafiel, un pueblo que huele a vino y a historia ya que es famoso por el imponente castillo que tiene enclavado en plena Ribera del Duero. Un castillo que no solo es fachada sino que en su interior se puede encontrar el Museo Provincial del Vino, una visita imprescindible al pasar por el pueblo. Tampoco hay que perderse la magnífica Plaza del Coso, una plaza medieval en la que se celebran todo tipo de festejos. Asimismo, Peñafiel tiene una plaza de toros medieval que no dejará indiferente a nadie.

Visitas a bodegas cerca de Peñafiel, Valladolid. Ofertas
Castillo de Peñafiel

En siguiente lugar aparece Simancas. Es un destino clave para los turistas de la provincia de Valladolid no solo por su Archivo Histórico Nacional, uno de los archivos más importantes del mundo, sino también por su Iglesia del Salvador y su puente medieval de 17 arcos que atraviesa el río Pisuerga. Otra construcción destacable de la localidad es su precioso castillo del siglo XV que sirvió como prisión durante el reinado de los Reyes Católicos. Simancas está situado en un pequeño monte y ofrece a los visitantes unos alrededores muy bonitos y fotografiables.

castillo de Simancas
Castillo de Simancas

Otro pueblo con encanto y mucha historia es Urueña, un pueblo que conserva gran parte de su muralla (exactamente un 80%). Es conocido como la ‘Villa del libro’, al tener más librerías que bares. Esta es una distinción de la que presumen sus habitantes con orgullo. Visitar Urueña es obligatorio al igual que perderse en sus calles y disfrutar de la comida castellana en sus restaurantes.

Muralla de Urueña

Tordesillas es un pueblo conocido por muchas personas tanto residentes de la comunidad como provenientes de fuera de ella. Esto se debe a que su nombre aparece en un importante tratado en el que estableció un reparto de las zonas de navegación y conquista del océano Atlántico y del ‘Nuevo Mundo’. Mediante una línea situada a 370 leguas al oeste de las islas de Cabo Verde, se evitaba un conflicto de intereses entre la Monarquía Hispánica y el Reino de Portugal. Dejando aparte la historia, Tordesillas es uno de los pueblos más bonitos de Valladolid gracias a el Real Monasterio de Santa Clara, el Museo de San Antolín o el del Encaje y a su puente medieval de diez ojos, que cruza el río Duero en uno de sus tramos más bellos.

Tordesillas

Para terminar, Tigreros del Valle pondrá el broche final a esta recopilación, pues este pueblo con encanto tiene una de las atracciones más interesantes para el público infantil. Haciendo uso de su bello castillo medieval, el pueblo construyó dentro de este una experiencia para toda la familia, inspirada en la mitología y en los cuentos. ‘El castillo encantado’ es un pequeño paseo entre criaturas de leyenda y muros con cientos de años de antigüedad. En el pequeño centro histórico, destacan la iglesia de San Miguel Arcángel y la Ermita de Nuestra Señora la Virgen del Castillo, del siglo X. En general, sorprende la arquitectura tradicional en piedra de sus calles que crean un entorno perfecto para pasear y realizar excursiones.

Entrada para el Castillo Encantado de Trigueros del Valle
Castillo de Trigueros del Valle