Los retos pendientes de la igualdad

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HELENA BORGE UGIDOS | Fotografía: Pinterest 

Ojalá el feminismo no existiese. Y ojalá el 8 de marzo no fuese El día de la Mujer. Porque eso significaría que mujeres y hombres estamos al mismo nivel.

A día de hoy son muchas las personas que creen que el feminismo lucha por la superioridad de la mujer, cuando lo que busca es su liberación, cuando lo que busca es la igualdad. Y sí, entiendo que el término pueda resultar confuso. Claro que entiendo que se puedan confundir los significados, pero déjame explicarte una cosa: hemos sido las mujeres las que hemos estado discriminadas durante años sin poder trabajar, votar o salir de casa sin nuestros correspondientes maridos. Y aún peor, hoy en día esta exclusión no ha terminado.

Que hombres y mujeres no somos iguales no es algo nuevo. Está claro que tenemos nuestras diferencias biológicas, hasta aquí coincidimos todos. Lo que ocurre es que sigue habiendo miles de diminutos cerebros con neuronas disfuncionales que opinan que en la fuerza está el poder. Siento decirte que no porque seas más fuerte o más alto que yo eres superior.

También siento decirte que si no te gusta la longitud de mi falda me da exactamente igual. Y no, no por eso “voy pidiendo guerra”. ¿Acaso los chicos que llevan los pantalones por debajo de los calzoncillos llevan una nota pegada que ponga “viólame”? Pues esto es igual.

Y no sé si seré yo la loca o es que el mundo está del revés, pero el hecho de que haya pelo por mi cuerpo no hace que me escandalice. Ni eso, ni sangrar cada mes, ni poder hablar de mi sexualidad libremente. Tampoco entiendo por qué tengo que estar perfecta al levantarme, al acostarme, tener buena ortografía, no decir palabrotas, sonreír, ser dulce… No entiendo por qué no puedo ser yo misma.

Si no sabes por qué existe el feminismo pregúntales a tus amigas por qué no se atreven  a ir solas a casa a las cinco de la mañana. Si no sabes por qué existe el feminismo trata de encontrar alguna revista en la que no se juzgue la apariencia de las mujeres (sin dedicar las mismas páginas, ni por asomo, a  la apariencia de los hombre). Si no sabes por qué existe el feminismo entonces dime por qué corro como una niña, pego como una niña y lloro como una niña. Dime por qué soy más débil que tú.

Porque yo aún no lo sé.

Y si te lo preguntas, el machismo también perjudica a los hombres. Vosotros, que tenéis que ser fuertes a todas horas, que no podéis  mostrar vuestros sentimientos en público. Vosotros, que en muchos casos no podéis obtener la custodia de vuestros hijos. Vosotros, que no podéis opinar sobre el físico de un hombre para no perder el supuesto orgullo de vuestra heterosexualidad. Que si no os gustan los deportes sois raros. Dime ahora si el feminismo, si la igualdad, es necesaria.

Porque yo lo tengo muy claro.