MARTA ROPERO GONZÁLEZ  |  Fotografía: Pixabay  |

“Todas nuestras víctimas” es el segundo libro de una trilogía que Luis Díaz Viana inauguró con “Los últimos paganos”. El autor recrea un relato a través de varios narradores para componer una obra que parece ser un reclamo de Memoria Histórica. Por eso, se trata de un libro sobre víctima que se encuentra a medio camino entre la Guerra Civil y el atentado del 11-M.

Luis Díaz Viana presentó el libro el viernes, 16 de noviembre, en la Sala Francisco de Cossío en la Casa Revilla. Pedro Ojeda Escudero, escritos y profesor de literatura de la UBu, se encargó de dirigir el acto, en el que también intervino Enrique Berzal de la Rosa, articulista del Norte de Castilla y profesor de la UVa, ambos grandes amigos del autor.

Berzal de la Rosa comenzó la intervención y recalcó la similitud del libro con “Tragaluz, que también tiene como tema central las víctimas, en este caso de la Guerra Civil, obra de Buero Vallejo. En esta línea, explicó como “Todas nuestras víctimas”, supone no solo una reflexión sobre la memoria histórica de nuestro país, sino también como esta obra hace hincapié a todas las victimas que se llevó por delante tanto la Guerra Civil como el atentado del 11-M. Una intervención enriquecedora con la que esclareció que “la literatura llega a lugares donde no llega la historia”.

Tras él, llegó el turno de Ojeda Escudero, en el que realizó una breve explicación de cómo esa obra está formada por fragmentos individuales que contribuyen a crear una memoria colectiva. Del mismo modo, destacó cómo Díaz Viana es capaz de apelar al lector a la hora de construir ese relato y de engancharlo rápidamente en la lectura. Aunque, no todos fueron elogios y seriedad, pues el escritor comentó: “el verdadero acontecimiento, es que Luis saque una novela al fin”. Con esto, restó tensión al ambiente.

Por fin, tomó la palabra el propio escritor, Luis Díaz. Este comenzó agradeciendo a Pedro Ojeda su capacidad para explicar que más allá del argumento de su obra, hay una realidad a la que el lector quiere llegar. Tras esto, señaló la similitud geográfica que comparten “Todas nuestras victimas” y “Los últimos paganos”. Además, le dio gran importancia a la portada del primero, pues es una fotografía con la huella de su hermano Germán Díaz.

Centrándose más en el propio libro, Díaz Viana destacó que el ensayo final del “Todas nuestras victimas” dispone de una importanciatremendaa la hora de comprender la obra. A esto, añadió: “yo hago una novela cuando las cosas que me importan no las puedo contar de otra manera. Porque es tan complejo lo que quiero analizar que hasta me cuesta escribirlo, ya que lo que quiero, es hacer pensar al lector”

Después de su intervención, los editores quisieron agradecer la experiencia que había sido hacer una coedición de esta novela entre las editoriales: Difácil y Páramo. Tras esto, el público dio calurosa ovación y Díaz Viana finalizó la presentación con la lectura de un fragmento de la obra.