El pasado jueves, 5 de marzo, concluyeron las Jornadas de Columnismo de la UVa, y lo hicieron con una conferencia de clausura donde los ponentes compartieron relatos de experiencia y un homenaje a Umbral en presencia de los organizadores de esta primera edición: profesores de Periodismo de la Universidad de Valladolid y representantes de la Fundación Francisco Umbral, la Asociación de la Prensa de Valladolid, El Norte de Castilla y la Fundación Godofredo Garabito.
El comienzo del acto se centró en el agradecimiento a quienes participaron en los diferentes coloquios y talleres programados, así como en las organizaciones que hicieron posible su celebración. Acto seguido, se rindió homenaje a una de las grandes figuras del periodismo en España, Francisco Umbral, a quien se hizo referencia a lo largo de todas las jornadas como «el máximo representante del columnismo en nuestro país». En este sentido, fue especial la intervención de su viuda, María España, quien además de desear el éxito de su esposo a los jóvenes periodistas, también habló del Francisco Umbral del día a día, «más personal», como «un hombre al que le gustaba levantarse cada día y asomarse a la actualidad».
En sus últimos minutos de intervención, España leyó un fragmento de las palabras de Umbral en una de sus obras autobiográficas, donde se refería a una entrevista con Francisco de Cossío, entonces director de El Norte de Castilla:
Le propongo que escriba de lo que le dé la gana, porque sé que acabará hablando de política. (…) Esto es una prueba. A ver si sabe usted boxear.
RAÚL DEL POZO RECOGE EL TESTIGO DE UMBRAL
Por su parte, el periodista Raúl del Pozo protagonizó una de las charlas más emotivas de las Jornadas, quizás la más esperada tras la mesa redonda con José María Carrascal.
Del Pozo comenzó su intervención saludando a la ciudad y a El Norte de Castilla, un periódico «con muchos años a sus espaldas» y que, según sus palabras, «es la cuna del columnismo maduro» donde forjaron sus comienzos figuras como Francisco Umbral, Manuel Leguineche y Miguel Delibes.
Durante su encuentro con el público, el columnista destacó que «siempre es más peligroso alzar una palabra que una piedra» y calificó como «fundamental para el periodismo» tener en cuenta la actualidad y «el ruido de la calle«, refiriéndose a su columna en El Mundo. «Con 200 o 520 palabras se puede tirar un Gobierno», aseguró.
Sobre su último libro, ‘A Bambi no le gustan los miércoles‘, el periodista, que en las páginas de su obra sale de la oficina y cuenta lo que ocurre, reconoció que hay quien le acusa de «mezclar la calle con el escritorio», tal vez «por no saber distinguir entre el trabajo del periodista y el de escritor».
Para finalizar su charla, Raúl del Pozo definió su trabajo como «una gran pasión», un trabajo que, para él, «es amor». Además, también tuvo palabras alentadoras para los jóvenes que se introducen ahora en la profesión, y habló de los periodistas de investigación como «los grandes héroes escondidos de la Democracia».
«Yo creo que ahora los que empiezan vuelven a tener fascinación por el periodismo, y eso es bueno», concluyó.
Fotografía y texto: Alba Rodríguez Cougil