ESTHER OLIVARES PÉREZ | Fotografía: Esther Olivares Pérez |
“La esencia del periodista es escribir rápido y bien” – Alex Grijelmo.
Alex Grijelmo, el escritor y periodista burgalés, es el principal protagonista de la undécima edición del ciclo “Cronistas del siglo XXI”, que organiza la Fundación Miguel Delibes de Valladolid. Un ciclo que no es más que un homenaje realizado a la profesión periodística, labor que Miguel Delibes ejerció en el periódico “El Norte de Castilla”. Y, por eso mismo, el 29 de octubre, Alex Grijelmo hizo una parada en Valladolid para hablar sobre la lengua y su relación con la profesión periodística. También, como buen informador, para poner en contexto la actualidad política de las últimas semanas, relacionada con el alza de la ultraderecha y, en especial, con la victoria de Bolsonaro en Brasil.
La Sala de Cultura de Cajamar, en la calle Miguel Iscar, abrió sus puertas sobre las 19:30 horas, para acoger a todo aquel que estuviese interesado en escuchar lo que Grijelmo quería decir. Acompañado de la periodista Angélica Tanarro, el periodista analizó diversos temas, sobre los que dialogó con los asistentes. Pero, sin lugar a duda, el tema por excelencia de la charla fue la lengua. Como escritor del Libro de Estilo de El País y creador de la famosa obra “El estilo del Periodista”, Alex Grijelmo tenía mucho que decir. Siempre fue así, y es que él mismo admitió ser «muy pesado» con este tema, hasta tal punto que, según afirma, muchas veces ha tenido que recurrir al humor para que sus amigos le perdonaran.
Grijelmo considera que es muy difícil hacer diagnóstico sobre cuál es el problema que ataña al periodismo en la actualidad. No cree que se escriba peor, ni tampoco cree a todos aquellos que justifican sus errores diciendo que es porque ahora se escribe más rápido para los medios digitales. “Es igual de fácil escribir burro con “b” que con “v”, el caso es saber escribir la palabra ‘burro’”. Así es como el periodista defendía la labor del periodista. Además, señaló que ahora nos inventamos palabras. Para él, “el español es una lengua muy viva que a día de hoy sigue creando palabras, pero en inglés”, algo que califica como “complejo de inferioridad”. Según explicaba, un ejecutivo puede sentirse mejor diciendo que va a hacer un ‘planing’ antes que decir que está realizando un ‘plan’. Es ahí donde surge nuestra invención, y es que, tal y como demostró, cada día nos estamos inventando más anglicismos que en realidad no existen ni en inglés.
Ambos temas parecieron convencer y satisfacer al público. Pero, sin duda, los eufemismos y el lenguaje inclusivo fueron los protagonistas del ciclo, pues generaron un amplio debate. Estos problemas del lenguaje actual, Grijelmo los cataloga como “transitorios”. Y es que, tal como él definió, “los eufemismos son insaciables y se caracterizan por un efecto dominó. Ahora cambiamos una palabra y al cabo de unos años, ese eufemismo volverá a ser malsonante.”; mientras que, en alusión al lenguaje inclusivo, el periodista señaló como verdadero problema nuestra incapacidad de diferenciar entre significado y significante. “Tenemos un masculino genérico que contempla un significante ‘ciudadanos’ y un significado ‘ciudadanos y ciudadanas’, por lo que es el contexto el que influye en la palabra y el que debe ser cambiado (…) Cuando pensamos en jóvenes que participan en un concurso de belleza, se nos viene la mente mujeres, por lo que es la realidad la que tiene que cambiar para que cambien las palabras.”, sentenciaba Grijelmo.
A pesar de todo esto, el periodista lo tenía claro, “el problema del periodismo no es el lenguaje, sino la información gratuita.”. Según comentaba, “la información gratuita es insostenible” debido en gran parte a los bloqueadores de publicidad. “Cuando los bloqueadores lleguen al 90%, nadie querrá publicitarse” es por ello que el periodista fue muy claro afirmando que la única solución ante este problema es que se pague por la información en Internet. Sin embargo, este no es el único problema que veía con la llegada de los medios digitales, pues con el también llegaron el ‘periodismo ciudadano’, el sensacionalismo y la falta de ética.
“Antes en nuestros titulares poníamos ‘Se ha muerto el Papa’ ahora ponemos ‘Descubre qué le ha pasado al Papa’ y todo para conseguir que entres en la noticia.”
En primer lugar, para él no existe periodismo ciudadano, lo considera mera “comunicación”, puesto que la labor del periodista va mucho más allá que sacar una foto y publicarla en las redes. “El periodismo es obtener información, verificarla, contrastarla sobre todo con quién protagoniza esa información, editarla y jerarquizarla”, y ahí es donde Grijelmo encuentra el problema. Actualmente, la información que nos llega a través de los medios digitales y, sobre todo, de las redes sociales “no está jerarquizada” de tal manera que las nuevas generaciones tan solo consumen “información desestructurada”. Pero, por si eso no fuera poco, el sensacionalismo perjudica aún más la profesión. “Antes en nuestros titulares poníamos ‘Se ha muerto el Papa’ ahora ponemos ‘Descubre qué le ha pasado al Papa’ y todo para conseguir que entres en la noticia.”, añadiendo que “tal vez luego ni está lo que buscabas.” Así, y entre una gran cantidad de aplausos, hora y media después de su inicio, Grijelmo lo dejaba claro: en el periodismo lo que de verdad funciona es “la ética”, algo que el catalogaba como “rentable a corto y medio plazo”.