CELIA GALLEGO ALEJANDRO | Fotografía: Celia Gallego Alejandro
Bruno Veiga es un fotógrafo nacido en Río de Janeiro, Brasil. En los ochenta, comenzó su carrera como «retratista» en el diario O Globo. Un artista autodidacta que tuvo la suerte de trabajar con grandes nombres como Aníbal Philot, Orlando Brito, Rogerio Reis, Claus Meyer, Alexandre Santanna o Custodio Coimbra.
En 1990, realizó encargos como freelance para la Agencia Tyba, donde permaneció hasta 1995, año en que se abrió Strana Agencia Fotográfica. Desde 2005, Veiga ha sido uno de los asociados de Estudio da Gávea, en Río de Janeiro
“Mi cambio del fotoperiodismo a la fotografía artística fue un proceso natural. Cuando trabajaba de fotógrafo en periódicos y revistas, siempre traté de publicar ensayos más cerrados en una historia. Poco a poco empecé a hacer libros y, al mismo tiempo, siempre trabajé con danza, teatro, ópera, etc. Paulatinamente, fui buscado por las personas interesadas en la compra de mi trabajo”, aseguraba el artista en una entrevista en la revista Artrio.
La Universidad de Valladolid, gracias al la Embajada y al Consulado General de Brasil, ha acogido el equilibrio y la memoria que convergen en esta exposición, ‘Rio-The city at your feet’, que estará disponible hasta el próximo 29 de febrero en la primera planta de la Facultad de Filosofía y Letras. Se trata de una muestra en la que el artista ha querido combinar distintas fotografías con un motivo común: el acercamiento al arte de Brasil.
Un camino hacia un bulevar de Copacabana muy próximo al estilo modernista en que el turista nos trae una nueva lectura de una tradición de Brasil. Una tradición con reminiscencias de los portugueses del siglo XVI, de la Edad Antigua o de las esculturas árabes y romanas.
‘Rio-The City at your feet’ trasciende del concepto de la identidad nacional resumido en un logo o marca para mostrar la noción de localización, de intimidad, de dónde venimos. Caminar por esas aceras es una gran experiencia para todo el mundo.
Este look completamente nuevo rebautiza el sendero de esa playa bañada por el Atlántico y lo muestra de manera muy cercana a la gente que camina por las aceras, lejos de ser un conjunto de edificios y figuras urbanísticas construidos sin sentimiento. Las piedras de Copacabana abrazan hoy todas las historias de su gente entre grietas, óxido y grafitis.