Las marcas no se posicionan automáticamente, sino que llevan tras de sí horas de trabajo por parte de sus jefes de promoción, o de sus responsables de publicidad. Y eso es lo que nos han explicado Javier García Manjón – Jefe de Promoción de “Tierra de Sabor”- y Jesús Herrero Cabrejas – Gerente de “Cerveza La Juana Loca”- en su paso por la Facultad de Filosofía y Letras.
Ambos profesionales de la comunicación y la publicidad se encontraban en la Facultad para ofrecer una explicación profunda sobre la creación de la imagen de sus casos particulares, así como del éxito de las mismas, a los alumnos de la asignatura de Publicidad y Relaciones Públicas del grado de Periodismo.
Javier García Monjón, que desarrolla su función en la Junta de Castilla y León, es jefe de Promoción de la Marca de “Tierra de sabor”. En su afán por explicar el éxito de la campaña de su marca, ha afirmado que el apostar por productos de la tierra y de calidad superior al resto es uno de sus factores más fuertes.
Teniendo en cuenta de que Castilla y León es el territorio de la Unión Europa con mayores figuras reconocidas, “Tierra de sabor” siempre ha tenido unas bases sólidas para su proyecto. Sin embargo, uno de sus grandes objetivos era lograr el posicionamiento de la Comunidad, porque “de nada servía que tengamos se tuvieran productos sino somos capaces de venderlos”.
“Si la marca no está bien posicionada no aporta unos valores sostenibles al consumidor, lo cual tiene importancia porque cada día estamos más informados”, deja claro Monjón señalando así la importancia de la marca como valor sostenible. “Se trata de activar la marca para que el consumidor la tenga en cuenta […] buscar el impacto evitando campañas neutras”.
Jesús Herrero Cabrejas, que prefiere autodefinirse como cervecero, es gerente y responsable de comunicación y publicidad de la cerveza “La Juana Loca”. En su intención por mostrar cómo con poca financiación, una buena idea y muchas ganas se puede alcanzar el éxito.
En el año 2010 cuatro jóvenes con dan el paso hacia el mundo de la cerveza, contactando con un cervecero artesanal valenciano que les fabrica una primera partida de 1500 cervezas, sin apenas inversión. Con una fiesta de presentación en la que se termina con más de la mitad del stock, los medios de comunicación apuestan inmediatamente por el proyecto.
“Teníamos un producto y un precio, una aceptación y un poder adquisitivo, sólo nos faltaba llevarla al supermercado y entonces nos dimos cuenta de que el factor tiempo y el presupuesto nos modificaba todo”, comenta Herrero respecto a los primeros días tras en “boom” de su cerveza.
El cervecero, al que Mahou me parece una marca fea, que a base de invertir en publicidad ha logrado posicionarse, deja claro que hay que tener en cuenta la subjetividad del consumidor tanto para las campañas publicitarias como para el posicionamiento de una marca.
(*) Texto y fotografía: Miriam Fernández Badiola