HELENA MASEDO GARZÓN | Fotografía: Pixabay
Actualmente, la era digital compone un ecosistema tan cierto como inexplorado, y tan sorprendente como revolucionario. Es por ello que la información viaja ahora a velocidades extraordinarias, mientras que el hombre es capaz de apreciar el arte a través de una pantalla en un mundo donde las noticias crecen a velocidades de un like.
Y, sin embargo, el debate frente a estas nuevas dinámicas persiste: ¿es adecuado el acceso que ofrecen las redes sociales a la cultura y la información?
EL ARTE EN LA ERA DIGITAL
La concepción del arte se ha extendido gracias al uso de plataformas, blogs y navegadores, pero en sus inicios se restringía a espacios físicos y requería un intermediario. Con la llegada de la tecnología, en cambio, la proliferación de artistas emergentes se ha duplicado y la difusión cultural es accesible a toda persona con un smartphone en el bolsillo.
Aplicaciones como Pinterest y TikTok han permitido la rápida distribución de nuevos focos artísticos. Esto genera una mayor visibilidad de la concepción cultural moderna, pero devalúa el arte clásico y satura la red con publicaciones que, en ocasiones, no presentan un valor patrimonial definido.
Es por ello que muchos críticos han denunciado estas prácticas generalizadas. Si bien la tecnología democratiza la cultura y el arte, también redefine su significancia a escalas minoritarias y monetiza su proceso.
LAS NOTICIAS Y EL PERIODISMO EN LA ERA DIGITAL
El consumo de información también ha experimentado cambios distinguidos. Predominan los titulares clickbait y las noticias falsas en diferentes plataformas, como Twitter (actual X), de ahí que el nivel de desinformación sea tan elevado.
De esta forma, la consiguiente politización de las redes favorece la manipulación del contenido y fomenta la implicación de los usuarios para convertir cualquier suceso en noticia. Uno de los sectores vulnerables a esta práctica son los jóvenes, que, a pesar de su frecuente actividad en estas plataformas, considera las redes sociales como fuente fiable de información.
Sin embargo, y pese a las diferentes adversidades que presenta la digitalización frente a la información responsable, es gracias al desarrollo de la tecnología que las noticias se difunden con mayor rapidez en la actualidad. En cuanto a la actualización de acontecimientos, esta es inmediata y llega al público en tiempo real.
Por consiguiente, la modernización de los medios es necesaria. El nuevo ejercicio periodístico digital ha creado nuevos empleos y especializaciones, de ahí que la pluralidad periódica sobreviva a las redes.
CONCLUSIÓN
Si bien es evidente que las redes han revolucionado el consumo de arte y noticias, su implicación en cuanto a calidad y veracidad de información es motivo de debate hoy en día. El fácil acceso a plataformas y la simpleza de su uso ha garantizado nuevas oportunidades a creadores y periodistas, pero los niveles de desinformación aún existentes evidencian la necesidad de medidas reguladoras.
Es por ello por lo que, además de aprovechar las ventajas de la digitalización, las masas deberían concienciarse de sus riesgos e instruirse en base a contenidos verificados. Y en especial, los sectores más vulnerables.