PAULA REBOLLO ANDRADE | Fotografía: Paula Rebollo |
“Un libro puede cambiarte la vida”, sugiere La biblioteca de los nuevos comienzos. Cuántos lectores hemos ocultado esa frase en un rincón de nuestro corazón para no ser tachados de soñadores incurables, con el secreto deseo de que alguien nos diera la razón. Michiko Aoyama no solo lo defiende en su portada con la seguridad que a algunos nos faltaba, sino que lo certifica a través de una lectura deliciosa. Con este título del 2020 la periodista y escritora japonesa ha ganado el Premio de los Libreros. Ahora, gracias a la traducción que Marta Morros publicó en 2023, podemos disfrutar de él en España.
La biblioteca de los nuevos comienzos es un compendio de cinco relatos de lana que se buscan entre sí para tejer una cálida manta de retales perdidos. Y es que en las cinco historias ilusiona toparse con el tacto de costuras de las otras, con nombres que vienen y van. El hilo conductor de todas ellas es la señora Komachi, que trabaja en la biblioteca de un centro cultural en Tokio. Junto a la lista de libros que buscan los lectores, ella les añade un título “inesperado”: su don es encontrar lo que necesita alguien y regalarle una figurita de fieltro que lo represente.
“¿Qué es la sociedad para usted? ¿Su empresa?”
Una persona puede estar perdida en cualquier etapa vital: cuando se es joven, como la veinteañera Tomoka, al iniciar la jubilación como en el caso del sexagenario Masao, pero también a mitad de una vida, como le sucede a Natsumi, una madre de 40 años. Por eso, porque para perderse no hay edad, cualquier lector se siente identificado con esta novela. Y eso lo hace un ideal para este Día del Libro.
A veces fronteras y prejuicios transmiten una lejanía que leer desteje al instante. Así, la pluma de Michiko Aoyama señala que compartimos con Japón la preocupación por la conciliación entre maternidad y vida, las relaciones entre padres e hijos, el choque entre la productividad y lo que nos llena realmente… es decir, plantea cómo nos impedimos constantemente salir al mundo porque nos decimos que no somos suficientes. Sencillo de leer, La biblioteca de los nuevos comienzos parece difícil de construir por los personajes que cruzan de lado a lado la novela y por sus minuciosos detalles, esos que se quedarán contigo cuando cierres sus páginas: las galletas Honey Dome, la tienda de antigüedades, El plátano rosa, los onigiri…
“Pero yo cuando empiezo algo no pienso si más adelante me será útil o no- me respondió relajado-. Lo hago sencillamente porque me lo pide el corazón.”
Habrá quien encuentre este argumento exagerado (en inglés se ha titulado “Lo que necesitas está en una biblioteca”). Es cierto que no todos los libros dejan tal huella en las manos sobre las que se recuestan, por no ser el momento o persona adecuada. No obstante, cualquier mínimo detalle, también una lectura, puede producir un cambio en la vida de una persona. De hecho, la literatura ya ha tratado antes este asunto, desde El collar de Guy du Maupassant hasta La joven de las naranjas de Jostein Gaarder pasando por Kafka y la muñeca viajera de Jordi Sierra i Fabra.
Quién sabe, quizás tú también te dejes cambiar (y comenzar) por Michiko Aoyama. O puede que no, pero a lo mejor sí te sucede con una de tus próximas lecturas… y entonces intuirás que algo nuevo va a producirse en ti, como predijo La biblioteca de los nuevos comienzos.