RUTH FERNÁNDEZ SECO | Fotografía: Pixabay
La música es capaz de alterar nuestro estado de ánimo: puede provocarnos alegría, melancolía, etc. Un sentimiento frecuente al escuchar música es la nostalgia, que se da cuando escuchamos canciones antiguas que nos transportan a nuestra infancia o juventud.
Cuando una persona adulta escucha una canción de su juventud, le trae recuerdos de esa época. En esto influye el ‘golpe de reminiscencia‘: las personas recuerdan mejor aquello que vivieron antes de los 30. Los psicólogos dicen que esto ocurre porque en la juventud se da la primera vez que hacemos algo, por lo que se recuerda más precisión.
Si una persona lleva mucho tiempo sin escuchar una canción que fue clave en su juventud, vuelve a escuchar ese tema de nuevo, producirá en él un efecto de nostalgia. Tal vez le lleve a una época en la que no tenía preocupaciones. Al no tener un vínculo emocional con las canciones actuales, no se puede desarrollar esa sensación de cercanía con ellas
Pero en cambio, también hay personas que sienten ‘nostalgia’ cuando escuchan canciones anteriores a su nacimiento. Esto se conoce como «anemoia». Las personas que sienten esto pueden escuchar música de antes de su existencia para buscar la evasión de la rutina.
Muchos artistas contemporáneos se ‘aprovechan’ de la nostalgia. Nombres como Dua Lipa y The Weekend se inspiran en los 80 para producir sus canciones. También hay grupos o cantantes que aunque ya no estén en activo no han caído en el olvido. Un ejemplo es Rihanna, que aunque lleve casi una década sin sacar nueva música, sigue estando en el top 10 de Spotify; o Queen, que aunque lleven más de 30 años inactivos, entran en el top 50.
Además, muchas canciones antiguas se han puesto de moda en TikTok, aumentando la anemoia de las nuevas generaciones. Es el caso de Running Up That Hill de Kate Bush o Murder on the Dancefloor de Sophie Ellis-Bextor son ejemplo de canciones que han vuelto a estar de moda.