PAULA REBOLLO ANDRADE | Fotografía: Asamblea Estudiantes con Palestina |
El 2,3% de la población española fue asesinada durante los tres años que duró la Guerra Civil. En Palestina, tras un año de genocidio, las cifras ya llegan al 4,5% o 5% (sin contar las víctimas que siguen desaparecidas.) Este era uno de los datos con los que el historiador Isaías Barreñada y la activista palestina Jaldía Abubakra describían la situación actual. Lo explicaban en la Facultad de Comercio de la UVa, que el pasado martes 29 de octubre acogía la conferencia “Palestina. Un pueblo en pie contra el colonialismo y el genocidio”.
¿QUIÉNES SON?
Jaldía Abubakra, nacida en Gaza, ha fundado varias entidades, como el Movimiento de Mujeres Palestinas Al-Karama. En su lucha por unir a la diáspora de todo el mundo, ha recibido una denuncia por enaltecimiento del terrorismo que presentó el partido de ultraderecha VOX. La acusación se producía por el acto “Defensa de Palestina y criminalización en Europa”, que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados. Isaías Barreñada es profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en la que coordina dicho grado. Asimismo, es experto en el mundo árabe.
¿HACIA DÓNDE SE ENCAMINA EL CONFLICTO?
El acto, organizado entre la Asamblea de Estudiantes con Palestina Valladolid y Alternativa Universitaria (AU), comenzaba con una sentencia: “Es una vuelta a la forma de guerra anterior al S XIX. (…) Estamos volviendo a una guerra sin normas.” Así se expresaba Barreñada, ante las vulneraciones del Derecho Internacional que comete Israel desde el 7 de octubre: disparar contra civiles, destruir estructuras hospitalarias, arrancar las carreteras, hacer incultivable la tierra…
El historiador definía los tres objetivos del Gobierno de Netanyahu: politicidio (descabezar todo movimiento político que pueda representar al pueblo palestino), limpieza étnica y expansión de su influencia (no solo al arremeter contra Líbano o Cisjordania sino también al reforzar sus relaciones con otros estados árabes). Y es que el actual genocidio en Palestina cuenta con un importante componente colonial. No hay más que fijarse en los territorios ocupados por el Estado Israelí. Isaías Barreñada reflexionaba que, si bien se ha desprestigiado al colonialismo, el caso de Israel es una excepción. “El colonialismo se desmonta, no se negocia”, aducía.
Una de las justificaciones que Netanyahu ha exhibido para continuar el genocidio es la legítima defensa. Ahora bien, puntualizaba el profesor de la UCM, tiene derecho a “responder de forma proporcionada”. Algo que no cumple tras un año de continuos bombardeos, al prohibir el acceso de la UNRWA y al impedir entrar o salir de la Franja de Gaza. En cambio, el Derecho Internacional ya reconoce al pueblo palestino su derecho al autogobierno, a la autodeterminación y al retorno de los refugiados. Tan solo falta aplicarlo.
[ Fotografía: Paula Rebollo ]
¿PALESTINA VENCERÁ?
Por su parte, Jaldía Abubakra destacaba los valores del pueblo palestino: “La gente se olvida de que en Palestina hemos convivido personas de diferentes religiones como buenos vecinos”. Su intervención encendía una tímida luz de esperanza al recordar las movilizaciones que se dan en todo el mundo, como las de EE.UU., donde parte de la población judía es crítica con la actuación israelí. De hecho, la activista rememoraba cómo el nacimiento del sionismo tuvo lugar al tiempo que el del movimiento antisionista.
A pesar de que lamentaba que “las cosas se consigan por la fuerza”, Abubakra defiende que “Palestina está ganando el relato”. Y sostiene: “Los pueblos bajo colonización siempre terminan ganando, tenemos el ejemplo de Vietnam o el de Argelia”. No obstante, señalaba la importancia de la actuación social: “Se necesita que el Gobierno sepa lo que quiere la ciudadanía. Si sienten nuestras exigencias, a la hora de ganarse nuestro voto van a cambiar.”
¿ATENTADO… CONOCIDO DE ANTEMANO?
En el coloquio, se preguntó a los conferenciantes por las sospechas que apuntan a que el Gobierno de Netanyahu conocía de antemano los planes de Hamás del 7 de octubre. La activista señalaba que Israel vigila a Palestina mediante drones las 24h durante toda la semana. De hecho, aludió a que la noche antes de los atentados terroristas, se sabía que algunos de sus integrantes habían cambiado sus tarjetas SIM. No obstante, simplemente no se le otorgó importancia por el desprecio que siente el opresor hacia el oprimido.
Respecto a la misma pregunta, Isaías Barreñada añadía la falta de comunicación entre el gabinete de ministros de Netanyahu y el Ejército Israelí. Mientras que el primero ha adquirido una deriva de ultraderecha y ultraortodoxa, los altos cargos militares son de tendencia laborista y progresista (aunque sus soldados no lo sean). El Doctor en Relaciones Internacionales planteaba que el Gobierno hubiera interpretado los avisos como un intento militar de hacerse valer y, por tanto, no lo hubieran tomado en consideración.
Ambos ponentes estaban de acuerdo en que Israel está aplicando la Directiva Aníbal. Se basa en luchar con todas las fuerzas independientemente de las vidas de nacionales que se puedan perder. Esto explica que se haya dejado de lado a los presos israelíes del 7 de octubre, porque para el gobierno israelí no es rentable recuperar un ciudadano propio a cambio de entregar un grupo de palestinos.
La Asamblea de Estudiantes por Palestina y Alternativa Universitaria (AU) han impulsado la visita de dos grandes comunicadores como son Jaldía Abubakra e Isaías Barreñada. Con su conferencia “Palestina. Un pueblo en pie contra el colonialismo y el genocidio”, se mantiene la atención sobre un conflicto que ojalá se resuelva muy pronto.