MARÍA GUERRA VALCÁRCEL | Fotografías: María Guerra |
Está claro que a día de hoy es inconcebible pensar en un periódico que no contenga imágenes. Las fotografías son sumamente importantes para el periodismo porque, a veces, una imagen vale más que mil palabras. La capacidad de reflejar la realidad a través del visor es infinita, tanto, que incluso puede distorsionarla debido a la manipulación. Entonces, ¿debería haber límites a la hora de tomar o editar una fotografía?
En torno a esta idea giraba la conferencia de Ismael García Herrero, profesor de Fotoperiodismo en la Universidad de Valladolid, titulada ‘Fotoperiodismo: límites y manipulación de la imagen’. Aunque el profesor defendió que no se trataba de una conferencia como tal, ya que su significado no iba acorde a lo que quería hacer ese día. Más bien se convirtió en una charla en la que quería ofrecer “un trocito de la asignatura”, y de ahí pasó a un debate entre los alumnos que le escuchaban desde los asientos. García Herrero quería una interacción con el público y responder a preguntas que, para él, quizás no tenían respuesta. “Lo siento, pero no van a salir de esta sala con una idea clara de si debe haber límites o no en el fotoperiodismo”, confesó el profesor.
Además de en la UVa y en la Universidad Europea Miguel de Cervantes, Ismael García también ha sido profesor en el IES Vega del Prado, el instituto que ha organizado la XV edición de las Jornadas de la Imagen en el Centro Municipal José Luis Mosquera. Desde el 12 al 14 de marzo, varias ponencias de distintos profesionales de la imagen han servido para que sus alumnos, y todos aquellos que desearan acudir, pudieran aprender un poco más de este mundo fuera de las aulas.
Y entre estas conferencias se encontraba la del profesor García Herrero, o bueno, más bien charla, coloquio o debate. Primero comenzó pidiéndole a su público que intentaran definir lo que es la imagen periodística y, después de varias aportaciones de sus alumnos, ofreció su definición: “La imagen periodística es la sincronización de un hecho que está ocurriendo, con la capacidad del fotógrafo para crea una representación del momento, en el cual debe focalizar sus sentidos, utilizar una técnica y vincular su formación periodística. Pero lo más importante es que aparezca publicada en un medio para convertirse en fotonoticia”, subrayó el profesor.
Pero cuando esas fotografías llegan al periódico, a la revista o a la agencia, entra en juego la figura de otra persona muy importante en fotoperiodismo y de la que, según el profesor, “nos solemos olvidar”. Este es el editor, la persona que se encargará de decidir si una imagen se publica o no, y en caso de que lo haga él elegirá la que considere y le asignará un espacio y una ubicación en la publicación, un hecho de suma importancia porque dependiendo de donde se coloque cobrará más o menos importancia.
Pero la fotografía está perdiendo puntos debido a la aparición de los Smartphone y su capacidad para capturar imágenes de gran calidad. “Los ciudadanos nos hemos convertido en fotógrafos gracias a los Smartphone. Como ahora se pueden hacer las fotografías desde el móvil, en cierta parte, han perdido su valor”, se lamentaba García Herrero.
Otro aspecto importante en la fotografía es la composición, es decir, la distribución de los elementos dentro del encuadre. “Aquí reside lo bonito de la composición: dos fotografías con los mismos elementos y parámetros, dependiendo del ángulo, pueden significar cosas diferentes”, explicó el docente.
Y llegó otro asunto de especial importancia: la manipulación de la imagen. Para ello no se necesitan grandes conocimientos sobre programas de edición; simplemente recortando una fotografía, su significado puede cambiar totalmente. Y por ello, para el profesor no existe la objetividad, porque desde el momento que se elige hacer una fotografía y no otra, o escoger un encuadre y no otro, siempre se va a estar manipulando, de cierta forma, la imagen.
Y en cuanto a la imagen publicitaria, la fotografía está tan cuidada que en muchas ocasiones no se refleja en la realidad. Para aportar un ejemplo sobre ello, proyectó un vídeo sobre por qué las hamburguesas de McDonald’s no se parecen a la realidad. En el fragmento, la cadena de comida rápida comparó una fotografía hecha a una hamburguesa cocinada en el restaurante con una elaborada en el estudio fotográfico. La diferencia radica en que la primera tardaron en hacerla 1 minuto y la segunda 4 horas.
Entonces llegó el que quizás sería el momento más importante de la charla. El fotógrafo lanzó una pregunta: “¿Debe haber límites a la hora de sacar y publicar una fotonoticia?”. La charla se convirtió en un debate entre el profesor y el público con ideas muy contrapuestas pero justificadas. De vez en cuando, García Herrero repetía la pregunta: “¿Debe haber límites a la hora de sacar y publicar una fotonoticia?”, y el debate se avivaba. Cuando llegó la ronda de preguntas, apenas hubo, porque como el profesor había prometido, su charla no fue una conferencia, sino un espacio para debatir, ofrecer opiniones personales y preguntar aquellas dudas que surgieran. Pero al final, sí regaló una pequeña conclusión personal: “Yo creo que el límite no es solo la legalidad, sino también la propia ética del profesional”.