PILAR ALONSO PITA | Fotografía: Pilar Alonso Pita |
Todos conocemos la faceta de escritor de Miguel Delibes (1920-2010), pero pocos saben de su talento como ilustrador.
El vallisoletano comenzó su carrera a finales de los años cuarenta publicando, ya casado y con un hijo, su primera novela La sombra del ciprés es alargada, por la que recibió un Premio Nadal. Poco después, en 1950, publica El Camino, una obra sobre lo que significa hacerse mayor y dejar atrás el ambiente en el que nos hemos criado. Se sitúa en un pequeño pueblo, que podría tomar inspiración de Molledo, lugar al que Delibes solía ir a veranear de niño. Allí, crea una sociedad compuesta por más de cuarenta personajes cuyo protagonista es un muchacho de once años llamado Daniel o ‘‘El Mochuelo’’ que, antes de mudarse a la ciudad, recuerda los momentos pasados en su hogar.
Este es el libro que nos muestra su nueva faceta como dibujante. Para él realizó veinte ilustraciones en una edición norteamericana y añadió otra más para una de Londres en 1963. Los bosquejos que acompañan al texto son acordes a la historia que narra, simples y algo aniñados, normal tratándose de una novela cuyos protagonistas son niños.
Pero esta no era la primera vez que mostraba su talento en las artes plásticas. El Norte de Castilla fue el periódico para el que trabajó durante gran parte de su vida, llegando a ser director desde 1959 a 1963, y en el que su primer trabajo fue como caricaturista.
A parte de revelar sus dotes como dibujante, El Camino fue la obra que marcó su estilo de escritura. En una entrevista a su hija, Elisa Delibes, su respuesta a la pregunta ‘‘¿De las obras literarias que escribió Miguel Delibes ¿Cuál era su favorita?’’ fue esta: ‘‘Sin duda puedo decir que a mi padre no le gustó ni su primera obra (La sombra del ciprés es alargada) ni la segunda (Aún es de día); aunque, a la primera le tenía cierto cariño por ser la que le dio el Premio Nadal. Él decía que “Antes de escribir El Camino, todas mis producciones habían sido malas”’’. Incluso el mismo autor afirmó que ‘‘esta novela le había salido sola, a capítulo por día’’.
Poco después, en los sesenta, comenzó su auge como novelista y escribió grandes obras como Las ratas (1962), Cinco horas con Mario (1966) o Parábola del náufrago (1969), y se filmó la adaptación cinematográfica de El Camino en 1963. La publicación de El Hereje (1998) le concedió el Premio Nacional de Narrativa y al aceptarlo anunció su retirada del mundo de la escritura. En 2010, después de haber luchado contra el cáncer colorrectal, fallece el 11 de marzo.
Estas curiosidades sobre el autor puede ser vistas en la exhibición que se celebra en la sala de exposiciones del Teatro Zorrilla, hasta el 18 de octubre. En ella se muestran todas las ilustraciones junto al fragmento de la novela al que pertenecen, distintas ediciones del libro, tanto nacionales como internacionales, manuscritos, fotografías y, por supuesto, parte de la biografía del autor.