NATALIA CASTAÑO SANTOS  |  Fotografía: Pixabay  |

La llegada de la Navidad es siempre una gran alegría para todos (a no ser que seas el Grinch) pero, ¿cuáles son las tradiciones que nos caracterizan como españoles y nos hacen diferentes al resto?

Si bien es cierto que normalmente la Navidad se relaciona directamente con la religión, son unas fechas que tanto ateos como cristianos eligen para celebrar con los suyos que siguen juntos un año más. Puede ser mediante un cena, la decoración del árbol y la casa o los regalos, pero con el objetivo principal de reunir a nuestros seres queridos.

Durante estas fechas tan señaladas, hay tradiciones que se comparten a lo largo y ancho del globo terráqueo, pero aquí y como buenos españoles, contamos con algunas que nos diferencian del resto. Por ejemplo, ¿quién no se ha gastado cada año una parte de su sueldo o ahorros en decimos de lotería? Pese a que, en principio, nos parezca algo que se celebra a nivel mundial, cosas como escuchar a los niños de San Ildefonso con la ilusión de que nos toque “El Gordo” solo ocurren aquí.

A diferencia de en otros países, el día 31 de diciembre en España también se suele considerar una fecha para estar en familia, porque, ¿qué hay mejor que cerrar el año con los que quieres comiendo 12 uvas al son de las campanas y viendo a Cristina Pedroche lucir sus extravagantes vestidos? Eso sin dejar de lado las confusiones con los cuartos y los sustos de ahogamiento por uva.

Poner el Belén e ir acercando poco a poco a los Reyes Magos hasta el portal o comer Roscón de Reyes son otro ejemplo de actividades que solo realizamos los españoles en fechas navideñas. Y es que, aunque cada vez se extiende más la costumbre de recibir regalos el día 25 de diciembre, la noche del 5 al 6 de enero se sigue esperando con ansia en todas la casas de España, no sin antes salir a disfrutar de nuestras características cabalgatas que tan buenos y graciosos momentos nos regalan año tras año.

Sea como sea, los españoles de una manera u otra siempre nos las apañamos para dejar nuestra marca y durante la navidad no podíamos quedarnos atrás. Pero aunque estas tradiciones clásicas no se celebren a nivel mundial, siguen siendo nuestras y eso es lo que nos hace únicos (y en cierto modo envidiados).