Alicia Gil Torres es la profesora más joven que imparte clases en la titulación de Periodismo en la UVa. A sus espaldas ruedan varias experiencias en el extranjero, así como una dilatada experiencia dentro del mundo de la consultoría política. Actualmente, la profesora de Comunicación Política, prepara un interesante trabajo sobre “grassroots”.
Para aquellos que no te conozcan, ¿nos puedes hacer un breve resumen de tu currículum?
Siempre he sabido que el área de comunicación iba a ser mi sitio. Cursé la carrera de Publicidad y Relaciones Públicas pero, al acabar, vi que el campo de la Comunicación Política era lo que más me llamaba la atención, y decidí matricularme en un Master de consultoría política y realizar los cursos de Doctorado en Periodismo al mismo tiempo.
He podido trabajar en otros países, viajar, conocer otras culturas y aprender a adaptarme a situaciones diversas. Todas esas experiencias me animaron a abrirme camino de manera independiente. Desde el 2009 soy Directora de una Consultora de Comunicación en la que colaboramos personas de diferentes ámbitos cada una especializada en una materia.
Tengo entendido que dentro de poco sumarás un doctorado muy interesante, ¿puedes hablarnos sobre él?
El tema que investigo, bajo la dirección de Salomé Berrocal, es grassroots (el contacto directo con el votante o trabajo de campo) que está enmarcado dentro del marketing político y las herramientas que se emplean en campañas electorales. Es un trabajo muy interesante que requiere mucha investigación y tiempo porque en España es relativamente nuevo. La referencia internacional que tenemos son las campañas electorales que desarrolló Obama en Estados Unidos, tanto en 2008 como en 2012. En ellas se observó cómo el equipo de campaña de Obama supo ver el potencial humano de los votantes, personas que, sabiéndolas motivar adecuadamente, eran la mejor maquinaria para conseguir votos el día de las elecciones.
Según una va avanzando en la investigación, se da cuenta de que el tema elegido es una materia viva que también va evolucionando y que necesita actualización constante.
¿Qué destacarías de tu experiencia en la campaña a Alcaldía en Miami?
Miami no está compuesta únicamente de cubanos y jubilados que se retiran a pasar sus últimos años en una zona cálida, sino que la diversidad de nacionalidades en esa ciudad es algo increíble. Una allí está rodeada de tantas personas diferentes, que lo que se comparte cada minuto del día es algo más que trabajo, son experiencias de vida difíciles de olvidar. Trabajar con personas, compartir con ellas las tareas y que cada uno aporte su visión para crear puntos comunes es muy enriquecedor. Vivimos en una sociedad que se dirige a un individualismo peligroso. Algunas habilidades que deberían potenciar las personas son tener la mente abierta a lo nuevo, desarrollar el espíritu de colaboración más que el de competencia, ser capaces de saber trabajar en equipo y, si además es con personas de diferentes países y culturas, el resultado es extraordinario. A través de la diversidad se crean grandes proyectos.
¿Encuentras muchas diferencias entre las campañas extranjeras y las españolas?
Trabajar en política en Miami me ha mostrado que las tácticas y técnicas que en España se rechazan son las que más éxito tienen en EEUU. Buena parte de mi trabajo estuvo enmarcado en grassroots, donde el ir puerta a puerta para hablar directamente con los votantes era una de las actividades principales más efectivas. La mayor diferencia con España es que los políticos de EEUU saben que tienen que llegar de una manera directa al votante y que los anuncios electorales en televisión no son el método más persuasivo.
Otros aspectos diferentes son la cultura política y el sistema político de ambos países. En EEUU, los ciudadanos votan “al candidato” y no “al partido”, como suele ocurrir aquí en nuestro país. Allí hay elecciones para todo: presidente, alcalde, representante de distrito, sheriff, presidente del barrio o reina del baile. A los estadounidenses les encanta “competir”, entendiendo competición como una actividad que les permite darse a conocer y establecer un contacto con sus semejantes. Cualquier excusa es buena para desplegar una “campaña personalizada”.
Eres la profesora más joven de la titulación de periodismo en la UVa, ¿ha sido complicado llegar hasta aquí con tan poca edad?
La edad no es un factor decisivo para llegar a ser profesora, sino que tiene más peso la formación o la experiencia a nivel profesional. Las cosas no suelen ser sencillas, sino que detrás de cada logro hay mucho trabajo en la sombra. Me considero una persona activa a la que le gusta estar innovando y aprender constantemente. Si algo he experimentado es que “una cosa te lleva a la otra”. Si vas trabajando día a día, si vas sembrando, llega un momento en que empiezas a ver cómo aparecen oportunidades a cada paso del camino. Eso fue lo que ocurrió con el concurso de plazas al que me presenté. Me siento muy orgullosa de pertenecer a la plantilla docente de Periodismo y es un lujo poder ser parte activa de la formación de los futuros periodistas.
¿Cómo ves la calidad de docencia de la titulación?
El grado de Periodismo en Valladolid es una titulación que cuenta con docentes muy válidos y competentes que proceden de diversas áreas que quieren transmitir el mayor conocimiento a sus alumnos. Al poseer cada uno nuestro campo de especialización, es muy enriquecedor que el alumno de Periodismo, que debe tener conocimientos de diversos campos, pueda tener un contacto directo con nosotros.
Un profesor debe poner al alcance de sus alumnos la mayor información posible, pero el alumno también tiene que cooperar en ese aprendizaje. Estamos avanzando a un método educativo en el que las clases magistrales irán desapareciendo poco a poco y serán los propios alumnos los que vean la necesidad de implicarse de manera activa en su aprendizaje.
Nosotros como docentes podemos dar al alumno la mejor de las formaciones, pero si ellos no se implican y no se abren al conocimiento, poco se podrá hacer. Los profesores del área estamos abiertos a ayudar a los alumnos para que consigan sacar el máximo aprovechamiento de su paso por nuestras aulas.
Impartes la asignatura de Comunicación Política, ¿cómo ves esa rama de la comunicación?
Qué voy a decir si soy una apasionada de la política. Hoy día todo está impregnado de la política y los medios de comunicación desempeñan un papel fundamental en el proceso de información a la población.
Los ciudadanos han aprendido a tener criterio y a valorar las fuentes de información. El peso de esta asignatura es vital para los alumnos porque les abre la puerta a muchas posibilidades gracias a los nuevos medios de comunicación.
Con las cosas como están ahora, ¿es posible ejercer ese tipo de comunicación de manera libre?
Nadie ni nada es libre hoy día entendido en el sentido más amplio y menos los medios de comunicación. Sin embargo, sí que empiezan a surgir nuevos proyectos periodísticos que, a primera vista, no deben rendir cuentas a nadie y eso les permite cruzar líneas que otros medios no pueden. El periodista debería ser un elemento de control sobre el comportamiento político y sus promesas electorales. Pero, ¿llegaremos a un punto donde se podrá comunicar libremente? No lo creo. Por muy pequeños que sean, todo se mueve por intereses y más en la política.
¿Servirá realmente de algo la ley de transparencia?
Si tenemos que crear una ley de transparencia que regule qué información debe facilitarse al ciudadano, y en qué condiciones, es porque no hay nada claro en ello. Quien hace la ley, hace la trampa. El saber a qué o dónde se emplea el dinero público es un tema muy delicado a la hora de poner límites. Debemos confiar en que España “copie” la manera de actuar de otros países como Suecia, Finlandia o Dinamarca, estados en los que la ley de transparencia lleva vigente muchos años. No obstante, debemos otorgar nuestro voto de confianza y ver cómo evoluciona todo esto.
¿Consideras que España peca de politización de los medios de comunicación?
Los medios de comunicación, sean privados o públicos, están sujetos a unas líneas de actuación que les hacen posicionarse a un lado o a otro. Los privados se deben a los intereses de los grupos empresariales y los medios públicos están sujetos a las directrices del partido que esté en el Gobierno.
Como he señalado antes, la política impregna todos los aspectos de nuestra vida pero son los políticos los que se miran en los medios de comunicación y adaptan sus mensajes para conseguir cobertura mediática. Siempre será más fácil lograr presencia en medios afines pero también se lucha por obtener espacio en los otros medios.
En ese sentido, ¿qué crees que supondrá el cierre de La Gaceta?
No voy a entrar en las razones que han llevado al cierre de La Gaceta, pero la desaparición de cualquier medio de comunicación siempre es triste. Lo siento por todos los periodistas cuyo medio de vida era ese trabajo pero soy de las que creo que hay que pensar en positivo: cuando se cierra un medio, seguro que nace otro.
Por último, ¿qué consejos darías a los futuros periodistas?
El Periodismo es una disciplina esencial en cualquier país democrático que tiene que ir vinculada a un interés y curiosidad constante por parte del alumno y periodista. Estamos imbuidos en una sociedad que está cambiando a pasos agigantados y a un ritmo vertiginoso con una competencia brutal. Mi principal consejo es que no pierdan las ganas de saber cada día un poquito más, que busquen un tema que les apasione y que profundicen en él. La especialización va a ser la llave que les haga ser profesionales en su campo. Hacednos sentir orgullosos a todos los profesores cuando veamos vuestros nombres en el futuro.
(*) Entrevista por Miriam Fernández Badiola