La jornada de periodismo del CMU Peñafiel es un clásico en el ámbito de Periodismo de la Universidad de Valladolid. Este año, solamente con dos ponencias por la tarde, ha versado sobre la credibilidad del periodismo en tiempos de crisis, a cargo de José Ramón Alonso, Subdirector de ABC, Ignacio Pérez, Director General de El Norte de Castilla y el ponente estrella, Iñaki Gabilondo.
Pudimos hablar con Gabilondo al término de su charla, en la que trató algunos temas como la importancia de pensar en los demás y tener en cuenta a la gente a la hora de realizar el trabajo periodístico.
Sobre el tema de Ana Pastor y su presagiado despido de TVE, Gabilondo cree que no pilló a nadie por sorpresa, ni tiene nada de particular. Al cambiar las circunstancias, cambian los equipos. Otra cosa es lo que le pareció personalmente, aseguraba, ya que fue una pena. Para él, Pastor es como una hija y lamentó mucho su marcha de la televisión pública.
El donostiarra opina, al respecto de las críticas politizadas sobre su ahijada periodística y sus entrevistas a personajes políticos, que la gente se acerca a los medios desde la parcialidad propia de cada persona y, a la vez, se pide a estos una gran imparcialidad. De los pecados que se le han atribuido, muchos se debe a su juventud, comenta. Que a él jamás le hubiese llamado “Iñakito” el presidente de Ecuador, mientras que a ella la interpelaba con varios “Anita”. Un problema también asociado al machismo. Esos mismos rasgos que se le reprochaban, de haber tenido unos años más, se los hubiesen valorado.
Gabilondo cree que la televisión ha perdido su función informativa para centrarse en el entretenimiento, de forma generalizada. Que hay una imperante necesidad de divertirse todo el rato, lo que ha llevado al predominio del infoentretenimiento, traducido en la necesidad de consumirlo todo como una papilla sencillísima, que no contenga ninguna espina con la que atragantarse. Es una manera de decir que se entiende a la gente como niños. Se les ofrecen piezas pequeñas, para que consuman deprisa, acorde con el ritmo de vida actual, lo que infantiliza aún más, y se convierte en un círculo vicioso. “Cuéntamelo breve, porque no tiempo para leerlo”. Las prisas.
Era inevitable no preguntarle por el tratamiento informativo del fallecimiento de Hugo Chávez. La brevedad de la entrevista hizo que hubiese que saltarse varios temas sobre los que nos hubiese encantado conocer su opinión, pero este no era uno de ellos. Le han sorprendido que en algunos lados se diga “Los enormes elogios que utilizan al despedir al gran…”, cuando él no ha escuchado esos grandes elogios. Todo ha sido lo esperable. Los grandes ataques lanzados para mitigar esos elogios sí los ha oído, pero no esos elogios.
“Han pasado cinco años y medio del famoso “¿Por qué no te callas?” y es curioso cómo se ha quedado como uno de los hitos de la popularidad del Rey, que mira este tiempo después, dónde está” – afirma – “Sic transit gloria mundi.”
Para terminar nuestra breve conversación, Gabilondo responde a si el periodismo es una profesión de la que jubilarse, que en realidad con los medios los que, con si situación actual, están forzando a gran velocidad a los profesionales a esa jubilación, incluso con pocos años. Sin embargo, “de esa actitud personal no se jubila uno nunca.”
(*) Texto: Maje M.S. (@ladymaje). Fotografías y vídeos: Ana Isabel M. Cordobés (@Ana_Cordobes)
[…] tiempo para corregir de tanto trabajo que hay. La calidad de los medios nacionales ha caído porque los periodistas tienen el triple de trabajo y la cuarta parte de […]
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