Nacho Vicente y su «periodismo para vivir»

“Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo”. Con este fragmento de Pablo Neruda podría describirse parte de la esencia que caracteriza a Nacho Vicente.

Una vez más, InformaUVa se acerca a la Cadena SER –Valladolid. Nacho Vicente, antiguo locutor de los 40 Principales, nos atiende con su característica amabilidad. Tras mostrarnos las diferentes instalaciones de la cadena nos concede una entrevista en la que muestra, con exquisita transparencia,  su andadura profesional.

El encuentro comienza con una confesión amarga, pues Cadena SER vive, de primera mano, la patente crisis económica que afecta a todos los sectores de la sociedad. «Acabamos de pasar un ERE en esta empresa. Yo he estado a puntito de salir, me he salvado por los pelos”.

El locutor no tiene problema alguno en describir, con contundencia, los diferentes obstáculos que ha ido encontrando a lo largo de su vida.

A los 18 años comenzó a estudiar Magisterio Musical, algo que le atraía, ya que la música es una de sus mayores pasiones. Por aquella época aún no se había instaurado la carrera de Periodismo en Valladolid y Nacho reconoce que irse fuera de casa era algo que su familia «no se podía permitir”.

Tras terminar magisterio, optó por realizar un ciclo formativo en Producción Audiovisual. Como se informó de que trataba asuntos referentes al ámbito de la comunicación no tuvo la menor duda…

“En el módulo me di cuenta de que me encantaba la parte técnica. En aquel momento me hubiera gustado ser realizador”.

Sus dos años de aprendizaje culminaron con las prácticas correspondientes, en su caso en la Cadena SER, donde comenzó montando cuñas.

Al poco tiempo de llegar a la empresa, tuvo la oportunidad de colaborar en retransmisiones de diferente índole. “Enseguida me propusieron ser locutor de los 40 Principales y de ahí pasé a participar en magazines, reportajes, unidad móvil…”

Cuando observó que tenía esa química con el micrófono y que su carrera, sin preverlo, se estaba orientando en este campo decidió estudiar Periodismo.

Nacho Vicente opina que existen ciertas tareas que se pueden ejercer, dentro de la radio, sin ningún tipo de preparación periodística. Su principal ejemplo son los magazines. “Lo importante es tener labia, saber desenvolverte dando paso a los compañeros, realizando concursos y entrevistas… Para un magazine no es necesaria la formación periodística. Eso es algo que defenderé siempre”.

Nuestro entrevistado considera que, en ocasiones, caemos en el error de confundir el periodismo con la comunicación. “El periodismo es solo una pequeña parte de la comunicación, como bien me explicó Margarita Antón Crespo en mi etapa como alumno”.

El paso siguiente es dejar muy claro que él no defiende, en absoluto, el intrusismo en este oficio; aunque reconoce, sin asomo de crítica, que en la cadena donde trabaja existen compañeros que no tienen el título universitario y son grandísimos procesionales. “Son sobre todo gente con mucha antigüedad, que se han nutrido de la radio desde los 17 años”.

Si nuestro protagonista decidió sacarse el título de Licenciado en Periodismo es porque sabía, a ciencia cierta, que durante los años de carrera iba a aprender cosas que le permitirían reforzar su formación. Así fue como optó por compatibilizar estudios con trabajo. ¿Su secreto primordial para llegar a la meta? El esfuerzo unido a la paciencia y sumado a una gran dosis de ayuda.

“Debo agradecer a mis compañeros de facultad que me echaran una mano en cuestión de apuntes y trabajos”. En cuanto a sus compañeros de Cadena SER, afirma que, en un principio, le transmitieron ánimo para compaginar ambas facetas. “Posteriormente, por situaciones, circunstancias y cuestiones personales, en vez de buenas palabras hubo malos hechos. Me empezaron a poner problemas personas que, en su mayoría, ya no trabajan aquí”.

Dificultades aparte, en 2007 Nacho consiguió sacar tiempo de donde no lo había…«Trabajaba como speaker de los Blancos de Rueda de Valladolid, en la Cadena SER, estudiando en la UVA y los fines de semana pinchando música en un bar llamado ‘American Dream’”. 

Cinco años después, el resultado de tanto esfuerzo se alza ante nosotros: un gran profesional que pertenece a la redacción de Cadena SER Castilla y León como encargado de las tareas de producción del magazine Hoy por Hoy. También realiza reportajes para informativos locales y regionales. Además, lleva la labor de producción publicitaria por las tardes, se ocupa de montar las cuñas para las diferentes emisoras, y un largo etcétera.

A pesar de todo, “firmaría por quedarme como estoy ahora”, (afirma entre risas). Dice ser de los que «trabaja para vivir», de los que se aferra a la realidad, «a un sueldo más o menos estable, todo lo estable que se puede considerar en estos tiempos difíciles y convulsos”.

Su vocación no llega al límite de vivir por y para el periodismo. “Seguramente, con esta forma de pensar no llegue a ser jefe de nada, pero tampoco es mi intención”. Nacho considera que existen cosas a las que no está dispuesto a renunciar… “Para mí las vacaciones son sagradas y cuando llego a casa desconecto del trabajo al 100%”.

Nuestro entrevistado admite, con especial admiración, que Carlos Flores y Jose Antonio Cabornero han sido y son personas que le han marcado el camino a seguir. “Grandes maestros”.

Ha tenido la suerte de estar rodeado de personas de gran peso en el mundo de la radio a lo largo de los años y, sin embargo, ello no le ha impedido errar, (como todo ser humano), en determinados aspectos de su vida profesional… “He pecado de no haber sabido vender bien mi trabajo”, admite.

Sin embargo, con el paso del tiempo, Nacho se ha acostumbrado a no quitar importancia a lo que hace. “No busco que me adulen, pero me gusta que me digan cuándo hago las cosas bien y en qué momentos no”.

Y es que, según este antiguo alumno de la UVa: “La personalidad y la forma de ser de cada uno crean automáticamente una selección natural; para saber a qué tipo de trabajo, dentro del periodismo o de la comunicación, te puedes dedicar…».

Alicia Casas Marcos