SANDRA DONDA MERINO | Fotografía: Sandra Donda
La cabecera más leída de la ciudad tuvo un importante papel durante el proceso de impulso democrático después del franquismo. En esos años, los conflictos llegaron a forzar el cierre de nuestra universidad durante una jornada lectiva. Enrique Berzal, profesor de Historia en la Universidad de Valladolid (UVa) y colaborador en El Norte de Castilla, explicó todo este proceso político en la quinta mesa redonda del segundo curso internacional “Aprende a historiar: los archivos municipales Historia Viva”.
Elena Maza como moderadora, fue la encargada de dar comienzo a la conferencia “El Norte de Castilla y el Valladolid del Tardofranquismo” con una breve introducción del conferenciante y el contenido de su charla. Después, dejó el testigo en manos del profesor Berzal, que aseguró que el tardofranquismo en Valladolid le parecía un «tema novedoso para investigar» y que es, de hecho, el tema de uno de sus libros. El impacto de esta publicación le animó a seguir investigando sobre este proceso e incorporar la actuación de El Norte de Castilla en esta época, para averiguar si el periódico había tenido un papel importante durante la misma.

El profesor diferenció tres apartados dentro de su ponencia: “El Ayuntamiento de Valladolid en el Tardofranquismo”, “Principales representaciones de oposición al Franquismo en Valladolid”, y, por último, “El papel de El Norte de Castilla en el Tardofranquismo”. Para situar el contexto, durante la presentación digital ha acompañado su exposición con imágenes documentales junto con fuentes orales y del archivo municipal en cada una de las secciones. Según Berzal, el ayuntamiento de la ciudad tuvo desempeñó un papel «más bien de gestión», ya que se ocupaban más de las ciudad que de los principios propios del Movimiento. Asimismo, señaló tres importantes figuras del Franquismo en nuestra ciudad: los alcaldes Martín Santos Romeros, Antolín de Santiago y Juárez, y, Julio Hernández Díez, que la dirigen desde 1965 hasta 1976. Pero en Valladolid también se gestaron movimientos opositores, que culminó con el cierre de la universidad el 8 de febrero de 1975. El movimiento obrero, unido a los grupos vecinales y clandestinos de la ciudad, también tuvieron, según el profesor, una gran fuerza a partir de la década de los sesenta.
Por otra parte, Berzal aseguró que El Norte de Castilla tuvo “una labor política moderada y reformista que contribuyó a empujar a Valladolid en un sentido democrático”. Señaló que este periódico denunció varias actuaciones políticas durante la dictadura, entre las que destacaron nuevamente la clausura de la Universidad de Valladolid en 1975, donde se alegaba que ni la universidad ni sus alumnos merecía «tal castigo». A su vez, la cabecera también tomó partido al informar sobre la huelga general de 1994 en FASA, que llegó a contar con la participación de hasta diez mil trabajadores. Después de la intervención de Berzal, fue el turno de Pilar Calvo, también profesora de la Universidad de Valladolid , que explicó el paso de los oficios a servicios municipales del Ayuntamiento de Valladolid, proceso que definió como “un paso largo y complejo».

[…] Este artículo fue publicado el 24 de octubre de 2016 en InformaUVa […]
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